Bogotá D.C., Noviembre 12 de 2024.
Redacción: Disruptiva
La canción “+57”, que ha circulado ampliamente en plataformas digitales y redes sociales, ha generado un rechazo generalizado en la sociedad colombiana. La letra, que cuenta con una mezcla de reguetón y trap, ha sido criticada por promover contenidos que, según los expertos y diversas organizaciones, refuerzan la sexualización de la infancia y adolescencia. Esto ha llevado a que un número significativo de ciudadanos y autoridades presenten quejas, demandas de tutela y acciones en redes sociales para que la canción sea retirada de plataformas como YouTube y emisoras.
La letra y sus implicaciones
La canción, interpretada por artistas como Karol G, Feid y Maluma, contiene referencias explícitas a comportamientos sexuales y consumos de sustancias, todo en el contexto de un entorno de fiesta y entretenimiento. Si bien el género musical reguetón ha sido históricamente cuestionado por su contenido explícito, la letra de “+57” se distingue por hacer alusión a jóvenes menores de edad, específicamente mencionando a una “mamacita desde los fourteen”, lo que en español significa “una niña de 14 años”. Esta frase es clave, ya que establece un vínculo entre la sexualización de las menores y un ambiente donde se normaliza la objetivización de sus cuerpos.
Además, hay varias menciones que parecen promover la noción de que, a pesar de tener “dueños” (es decir, relaciones sentimentales o de pareja), las adolescentes son libres de comportarse de manera irresponsable, como salir a fiestas y mantener comportamientos sexuales sin ningún tipo de limitación. Estas ideas refuerzan estereotipos dañinos sobre el rol de las mujeres y la juventud en la sociedad, especialmente en una cultura donde los derechos de los niños y niñas aún enfrentan muchos desafíos.
Reacción social y estatal
El impacto de la canción ha sido inmediato y contundente. Desde su lanzamiento, la canción ha sido rechazada por gran parte de la población colombiana. En redes sociales, los usuarios han expresado su indignación, señalando que este tipo de música no solo es irresponsable, sino peligrosa, pues fomenta comportamientos y valores que atentan contra la protección infantil. La indignación ha sido tan grande que ha llevado a muchos a presentar denuncias en plataformas como YouTube, pidiendo la eliminación del video, que ya ha alcanzado millones de reproducciones.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), encargado de la protección de los derechos de la niñez en el país, también ha emitido una declaración pública en contra de la canción. En su cuenta de Twitter, la entidad expresó lo siguiente:
“Rechazamos música como ‘+57’ porque no contribuye a nuestra lucha contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. Al contrario, este tipo de contenido solo refuerza la sexualización de la infancia en nuestro país.”
#BienestarFamiliar |🚫 Rechazamos música como +57 porque no contribuye a nuestra lucha contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. Al contrario, este tipo de contenido solo refuerza la sexualización de la infancia en nuestro país.
Aquí te contamos más. pic.twitter.com/3Qi6o44I4C
— Bienestar Familiar | ICBF (@ICBFColombia) November 10, 2024
La postura del ICBF refleja una preocupación más amplia por los efectos que este tipo de contenidos puede tener en la juventud colombiana, especialmente en una sociedad donde las tasas de abuso sexual infantil y explotación sexual comercial siguen siendo alarmantemente altas.
Vulneración de los Derechos de los Niños y Niñas
La canción vulnera varios derechos fundamentales de los niños y niñas, especialmente el derecho a la protección contra la explotación sexual, establecido por la Convención sobre los Derechos del Niño. Según un análisis realizado por Disruptiva con la ayuda de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, se identificaron varias vulneraciones en la letra, entre las que se incluyen:
- Promoción de la sexualización temprana: La referencia a “mamacitas desde los fourteen” transmite un mensaje que trivializa y sexualiza la adolescencia, alentando a que las niñas sean vistas como objetos sexuales a una edad temprana.
- Normalización del consumo de sustancias: La mención a drogas y alcohol en la canción (por ejemplo, “guaro” y “marihuana”) refuerza la idea de que las fiestas y el comportamiento irresponsable son parte de una cultura juvenil “normalizada”, lo que pone en riesgo la salud física y mental de los menores.
- Fomento de la objetificación de la mujer: A lo largo de la letra, se objetiviza a las mujeres, especialmente a las menores de edad, presentándolas como “cosas” de las que se puede hablar en términos explícitos y vulgarmente sexuales. Esto deshumaniza a las mujeres jóvenes y les niega su autonomía e identidad.
- Exposición a conductas peligrosas: La letra menciona la interacción con hombres mayores, comportamientos sexuales explícitos y situaciones que podrían poner en peligro la integridad de los menores, todo en un contexto de fiesta y desinhibición.
Rechazo institucional y acciones legales
Ante la creciente preocupación de la ciudadanía y las instituciones, varias personas han presentado acciones de tutela para que la canción sea retirada de los medios. Este recurso legal busca que se protejan los derechos fundamentales de los niños y niñas, solicitando que las autoridades competentes intervengan para impedir que contenido como este siga circulando.
Además, algunos medios de comunicación han comenzado a dar visibilidad a la controversia, entrevistando a expertos en derechos humanos y niños, quienes explican cómo la letra y el video pueden afectar negativamente a la salud emocional y psicológica de los menores expuestos a tales contenidos.
Conclusión
La canción “+57” ha puesto en evidencia una vez más el debate sobre los límites de la libertad de expresión en la música y los derechos de los niños y niñas. Aunque el reguetón y otros géneros urbanos a menudo se asocian con letras provocativas, en este caso la letra de la canción ha cruzado una línea peligrosa al exponer a los menores a la sexualización y a la normalización de conductas que vulneran sus derechos. La indignación generalizada en Colombia y las acciones legales en curso son una clara señal de que la sociedad colombiana no está dispuesta a tolerar la explotación y la victimización de los más jóvenes, y que la lucha por proteger los derechos de los niños debe seguir siendo una prioridad nacional.