Mayo 18 de 2023
Redacción: Diego Castillo (@c_ilustrador)
Fuente: RTVE Noticias
Fotografía: Foto de Matt Palmer en Unsplash
Las temperaturas mundiales están en camino de batir récords en los próximos cinco años, según advierte un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), un organismo científico de la ONU. Este aumento récord se atribuye a una combinación del cambio climático y el fenómeno natural conocido como El Niño.
El informe destaca que existe un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sea el más cálido jamás registrado. Además, las estimaciones de la OMM indican un 66% de probabilidades de que se supere temporalmente la barrera de los 1,5 grados adicionales en relación a los niveles preindustriales durante al menos un año en ese periodo.
Los expertos de la organización pronostican que la temperatura media anual cerca de la superficie terrestre podría elevarse más de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales entre 2023 y 2027. Esto significa que la meta establecida en el Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 °C, e idealmente a 1,5 °C, será temporalmente superada con mayor frecuencia.
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, ha destacado la importancia de esta previsión al afirmar que están “haciendo sonar la campana de alarma al anunciar que el umbral de 1,5 grados se va a cruzar temporalmente y que esto ocurrirá cada vez con más frecuencia”. El Acuerdo de París establece como objetivo limitar el calentamiento global a un nivel seguro y evitar los impactos catastróficos del cambio climático.
Sin embargo, según la ONU, los planes de reducción de emisiones actuales son insuficientes para lograr limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C. Esto implica que se deben tomar medidas más ambiciosas y urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento global.
Aunque el aumento de las temperaturas será generalizado y afectará a todos los continentes, se espera que el incremento sea mayor en el Ártico. En esta región, se prevé que la anomalía térmica sea tres veces mayor que en el resto del mundo. Estos datos resaltan la importancia de proteger los ecosistemas árticos y abordar los desafíos específicos que enfrenta esta área.
El informe también destaca otros efectos del cambio climático, como el impacto en los patrones de lluvia. Se prevé que las lluvias sean más intensas en el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia. Por otro lado, se espera que algunas áreas de la Amazonía, América Central, Indonesia y Australia experimenten condiciones más secas.
Además, el informe señala la relación entre el fenómeno de El Niño y el aumento de las temperaturas globales. El Niño provoca variaciones en el clima y puede llevar a un incremento de las temperaturas y condiciones climáticas extremas en varias regiones del mundo, como América Latina, África y el sur de Asia. Se espera que el próximo fenómeno de El Niño comience a manifestarse en los próximos meses, coincidiendo con el invierno austral y el verano del hemisferio norte. Esto podría agravar aún más las condiciones climáticas y tener impactos significativos en las áreas afectadas.
En cuanto a los esfuerzos para abordar el cambio climático, el informe de la OMM resalta la necesidad de acciones más ambiciosas y eficaces. Los planes actuales de reducción de emisiones son insuficientes para contener el aumento de la temperatura global, y se requiere una respuesta global coordinada para enfrentar esta crisis.
Colombia, como país vulnerable a los efectos del cambio climático, debe tomar medidas concretas y efectivas para abordar esta crisis. La ubicación geográfica de Colombia, con su amplia costa caribeña, sus ecosistemas tropicales y su diversidad de recursos naturales, la convierte en una nación especialmente susceptible a los impactos del calentamiento global.
Para hacer frente a estos desafíos, Colombia debería fortalecer sus políticas de mitigación, centrándose en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica invertir en energías renovables y sostenibles, promover la eficiencia energética, impulsar la movilidad sostenible y fomentar la protección de los bosques y otros ecosistemas clave. Además, es importante trabajar en la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y en la reducción de la deforestación, que es uno de los principales impulsores del cambio climático en el país.
La adaptación también es crucial. Colombia debe fortalecer su capacidad para enfrentar los impactos inevitables del cambio climático y proteger a las comunidades más vulnerables. Esto implica desarrollar e implementar planes de adaptación a nivel nacional y local, que incluyan medidas para fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a eventos climáticos extremos, garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la gestión del agua.
Además, es fundamental promover la educación y la concientización sobre el cambio climático en todos los niveles de la sociedad colombiana. Es necesario informar a la población sobre los riesgos y los impactos del calentamiento global, así como fomentar cambios en los patrones de consumo y promover estilos de vida más sostenibles. La participación ciudadana y el compromiso de la sociedad civil son fundamentales para lograr una transición exitosa hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima.
La comunidad internacional debe trabajar en conjunto para implementar medidas de mitigación más sólidas y acelerar la transición hacia fuentes de energía renovable y sostenible. Además, se deben fortalecer las políticas de adaptación para enfrentar los impactos inevitables del cambio climático y proteger a las comunidades más vulnerables.
En este sentido, es fundamental promover la cooperación y el intercambio de conocimientos entre los países, así como fomentar la inversión en tecnologías limpias y sostenibles. Asimismo, se requiere una mayor conciencia y participación de la sociedad civil, las empresas y otros actores clave para generar cambios significativos en los patrones de consumo y producción.
En el contexto de estas proyecciones alarmantes, es crucial que los gobiernos y los líderes mundiales tomen medidas decisivas para abordar el cambio climático de manera urgente. La ciencia es clara en cuanto a la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global para evitar los peores escenarios de la crisis climática.
En resumen, el informe de la OMM advierte que en los próximos cinco años las temperaturas mundiales batirán récords sin precedentes, impulsadas por el cambio climático y el fenómeno de El Niño. Existe una alta probabilidad de que se supere temporalmente la barrera de los 1,5 grados adicionales en lo que se refiere a los niveles preindustriales. Esto demanda una respuesta urgente y coordinada a nivel global para reducir las emisiones, promover la adaptación y mitigar los impactos del cambio climático. Es fundamental que los líderes tomen medidas audaces y ambiciosas para proteger nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
