Del despojo a la resiliencia: La historia de Fanny y su familia en la reconstrucción de sus sueños rurales

Disruptiva
Lectura de 10 minutos.

Redacción: Disruptiva Radio

Fuente: Unidad de Restitución de Tierras

Fotografía: (@URestitucion)

En el marco de la conmemoración del Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto, se llevó a cabo la feria “Frutos de la Restitución” en la Plaza Bolívar de Bogotá. Durante este evento, se destacaron los huevos criollos 100% orgánicos producidos por Fanny Duarte y su familia, quienes lograron vender todos sus productos. Este éxito representa una historia de superación y esperanza en el campo colombiano, donde la labor de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) ha sido fundamental.

Fanny Duarte, junto con su hijo Fabio, ha encontrado en la producción de huevos una nueva oportunidad de vida. Sin embargo, su camino estuvo lleno de dificultades. En el año 2005, la familia Duarte tuvo que enfrentarse a la violencia y el desplazamiento forzado en la vereda Namay Bajo, en Albán, Cundinamarca. Grupos guerrilleros y paramilitares amenazaron y abusaron de ellos, llegando al extremo de quemar su casa. Ante esta situación, Fanny y dos de sus hijos se vieron obligados a desplazarse a Facatativá, mientras que el resto de la familia buscó refugio en Bogotá.

En su nuevo lugar de residencia, Fanny intentó rehacer su vida y consiguió un trabajo en un invernadero de floricultura. Sin embargo, la presencia constante de los paramilitares la obligó a huir nuevamente, esta vez hacia Soacha. En esta localidad, Fanny se vio en la necesidad de vender dulces en las calles para sobrevivir, mientras sus hijos esperaban en los semáforos. Fue en este momento difícil cuando Fanny decidió exigir sus derechos y buscar justicia.

Gracias a los consejos de conocidos, Fanny llegó a la Unidad de Restitución de Tierra (URT), donde solicitó la devolución de sus tierras como medida de reparación. En el año 2010, inició el proceso de restitución, el cual requirió paciencia y perseverancia. Dos años atrás, finalmente recibió la noticia de que la sentencia había sido a favor de ella y su familia. Este veredicto significó el regreso a las tierras que les habían sido arrebatadas por el conflicto armado, un momento de emoción indescriptible para Fanny.

Con la recuperación de sus tierras, se abrieron nuevas oportunidades para Fanny y su familia. La Dirección Territorial de Bogotá de la URT les brindó asesoramiento y un subsidio de vivienda, además de ayudarles a diseñar e implementar un proyecto productivo. Fanny y su familia decidieron apostar por la producción de gallinas, un ámbito en el que ya tenían experiencia y conocimientos. El primer desembolso para su proyecto avícola marcó un hito en sus vidas, permitiéndoles volver a la vereda Namay Bajo y retomar su relación con el campo.

No obstante, el éxito de Fanny y su familia no se limita solamente a su historia personal, sino que es el resultado de un esfuerzo conjunto con la ayuda de la URT. Esta institución ha desempeñado un papel fundamental en la transformación del campo colombiano y en la restitución de tierras a las víctimas del conflicto armado

La Agencia Nacional de Tierras es una entidad del Estado colombiano encargada de garantizar el acceso, uso y disfrute de la tierra de manera equitativa y sostenible. Su objetivo priipal es promover la legalidad y la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra, fomentando así el desarrollo rural y la reconciliación en el país.

En el caso de Fanny Duarte y su familia, la URT fue clave en el proceso de restitución de sus tierras. A través de la URT, Fanny pudo presentar su caso y solicitar la devolución de sus tierras despojadas. El proceso fue largo y requería de paciencia, pero finalmente se logró la sentencia favorable que les permitió recuperar su hogar y su proyecto de vida en el campo.

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Además de la restitución de tierras, la URT también brinda apoyo técnico y financiero a las familias campesinas para la implementación de proyectos productivos. En el caso de Fanny Duarte, la Dirección Territorial de Bogotá de la URT les proporcionó asesoramiento y un subsidio de vivienda, así como orientación en la elección de su proyecto avícola.

La producción de huevos criollos orgánicos se convirtió en la fuente de ingresos de Fanny y su familia. Gracias a su experiencia previa en la cría de gallinas, pudieron aprovechar al máximo el potencial de sus tierras. Con el tiempo, han logrado aumentar su producción y mejorar su calidad de vida. Actualmente, viven en su finca “El Regalo” en la vereda Namay Bajo, donde cuentan con 186 gallinas y continúan expandiendo su proyecto avícola.

El caso de Fanny Duarte es solo uno de los muchos ejemplos de éxito que ha logrado la Unidad de Restitución de tierras en la transformación del campo colombiano. A lo largo de los años, esta institución ha trabajado incansablemente para garantizar el acceso a la tierra de miles de familias campesinas que fueron víctimas del conflicto armado. A través de programas de restitución, asesoramiento técnico, financiamiento y capacitación, se han generado oportunidades para el desarrollo rural sostenible y la reconciliación en el país.

La labor de la Unidad de Restitución de Tierras no se limita solo a la restitución de tierras, sino que abarca un enfoque integral que busca fortalecer el tejido social y económico del campo colombiano. Esto implica la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la mejora de la infraestructura rural, el acceso a servicios básicos como agua potable y electricidad, y la generación de empleo en las zonas rurales.

Es importante destacar que el trabajo de la Unidad de Restitución de tierras no puede realizarse de forma aislada. Requiere de la colaboración y el compromiso de diversos actores, tanto del sector público como del privado, así como de la sociedad en general. La implementación de políticas y programas efectivos para la transformación del campo requiere del apoyo y la participación activa de todos los sectores involucrados.

En primer lugar, es fundamental el compromiso del gobierno y las instituciones públicas en la promoción de políticas agrarias que fomenten la equidad en el acceso a la tierra, la protección del medio ambiente, el desarrollo rural sostenible y la generación de oportunidades para las comunidades campesinas. La Unidad de Restitución de Tierras trabaja en estrecha colaboración con diferentes entidades gubernamentales para coordinar esfuerzos y maximizar el impacto de sus acciones.

Asimismo, la participación del sector privado es clave para el desarrollo del campo. Las empresas agroindustriales, las cooperativas agrícolas y otros actores del sector pueden contribuir a la transformación del campo a través de inversiones en tecnología, capacitación, acceso a mercados y fomento de buenas prácticas agrícolas. La colaboración entre el sector privado y la Unidad de Restitución de tierras puede generar alianzas estratégicas que impulsen el crecimiento económico y social de las zonas rurales.

Además, la sociedad en general juega un papel fundamental en el proceso de transformación del campo. Es importante generar conciencia sobre la importancia de apoyar y valorar el trabajo de los campesinos, promoviendo el consumo de productos locales y sostenibles. También se requiere de la participación ciudadana en la vigilancia y control de las políticas agrarias, asegurando que se cumplan los derechos de los campesinos y se proteja el medio ambiente.

La labor de la URT es un ejemplo claro de cómo la restitución de tierras y la promoción de proyectos productivos pueden generar un impacto positivo en la vida de las comunidades campesinas. Sin embargo, es necesario fortalecer y ampliar estas iniciativas para alcanzar un desarrollo rural integral y sostenible en todo el país.

En conclusión, la Unidad de Restitución de tierras ha desempeñado un papel fundamental en la transformación del campo colombiano, promoviendo la restitución de tierras y la implementación de proyectos productivos que generen desarrollo y bienestar para las comunidades campesinas. Su labor no puede ser realizada de forma aislada y requiere del compromiso y la colaboración de diferentes actores, tanto del sector público como del privado y la sociedad en general. Con un enfoque integral y la participación de todos, es posible construir un campo colombiano próspero, equitativo y sostenible.

Conoce más sobre la historia de Fanny haciendo clic aquí.

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