Ganadería Ilegal Arrasa con la Selva Amazónica, 3 millones de hectáreas destruidas en 34 años

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Redacción: Disruptiva Radio

Fuente: mongabay.com

Fotografía: Operação Hymenaea, Julho/2016 cc-by-2.0.

Un innovador estudio que empleó algoritmos de aprendizaje automático como método metodológico, publicado en la revista Nature, ha revelado que más de 3 millones de hectáreas de la selva amazónica fueron taladas para dar paso a actividades ilícitas entre 1985 y 2019. Los resultados del análisis de 34 años mostraron que “la gran mayoría de la deforestación… se atribuye a la ganadería estable”.

El estudio, publicado en febrero, ilustró cómo la pérdida de cobertura forestal para dar paso a pastizales para la cría de ganado ha aumentado exponencialmente desde el Acuerdo de Paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano a fines de 2016. “El acuerdo señaló el fin de la conservación a punta de pistola liderada por las FARC. Marcó el comienzo de nuevas actividades de uso de la tierra, como la ganadería, promovida por los carteles de la droga y los grandes terratenientes que buscan aprovechar políticas de tierras más favorables”, dijo el estudio.

Identificación de áreas de selva talada para actividades ilegales
Uno de los principales obstáculos que los científicos y los tomadores de decisiones han enfrentado al utilizar imágenes satelitales para analizar los cambios en el uso de la tierra es la dificultad de establecer con precisión cuándo se produjo este cambio de manera ilegal. Esto se debe a que aquellos involucrados en actividades ilícitas trabajan deliberadamente para encubrir sus huellas, y esto se ve agravado por el hecho de que las actividades ilícitas no están bien documentadas en datos de acceso público, lo que dificulta su conexión con los cambios en la cobertura de tierras observables mediante teledetección. “Las actividades ilícitas pueden mostrar patrones paisajísticos similares a los de las actividades legítimas, lo que dificulta detectar y diferenciar la actividad ilícita de otros tipos de uso de la tierra”, afirmó el informe.

El autor principal del estudio, Paulo Murillo-Sandoval, quien tiene un doctorado en geografía y es profesor en la Universidad del Tolima en Colombia, dijo que los pastizales para el ganado y otros cultivos se ven iguales cuando se ven desde los satélites Landsat en el espacio. “Podría mostrarte un campo de coca y un campo de pastoreo y no podrías ver la diferencia”, dijo.

Uno de los principales aportes al análisis de los investigadores, que ayudó a obtener datos más detallados sobre la ilegalidad de las actividades en cuestión, fue el uso de algoritmos de aprendizaje profundo que fueron entrenados para identificar datos muy específicos con un alto grado de precisión.

“Estos nuevos algoritmos pueden aprender no solo de los píxeles en sí, sino también de lo que hay alrededor de los píxeles y de la forma de las parcelas de tierra deforestada. Por ejemplo, puedes alimentar al algoritmo información relevante; por ejemplo, que la ganadería utiliza grandes extensiones de tierra muy regulares [simétricas]. El sistema aprende esto y luego puede diferenciarlo”, dijo Murillo.

El objetivo principal de los investigadores era comprender cómo las actividades ilegales aceleran los cambios en el uso de la tierra. Para lograrlo, analizaron tres escenarios comunes en la Amazonía colombiana. El primero examinó la presencia de cultivos de coca en las mismas áreas a lo largo del tiempo; el segundo observó los cambios de uso de la tierra, desde cultivos de coca hasta pastizales para la ganadería, y el tercero estudió los cambios en la cobertura forestal a pastizales para la ganadería.

Los resultados mostraron que entre 1984 y 2019, “el patrón de conversión de bosque a ganadería fue especialmente pronunciado fuera de la frontera agrícola establecida por el gobierno colombiano en 2018”, según indica el artículo. Esta frontera representa las áreas donde se pueden realizar actividades agrícolas y ganaderas una vez que se hayan solicitado los permisos legales correspondientes. Fuera de estas áreas, como en las zonas protegidas y las regiones más remotas de la Amazonía, dichas actividades se consideran ilegales.

El estudio encontró que la conversión de bosque a pastizales para la ganadería fue particularmente pronunciada fuera de esta frontera, es decir, en áreas prohibidas. “En Colombia, la conversión de bosque a ganadería sirve como un mecanismo para legalizar posesiones de tierra informales o ilegales. … Los pequeños agricultores ven la ganadería como una inversión segura que proporciona un retorno rápido o como un colchón durante la incertidumbre económica”, destacó el estudio.

Los impactos de la ganadería en la Amazonía

Uno de los escenarios analizados por los investigadores en la región amazónica fue el cambio de cultivos de coca a pastizales para la ganadería.

El artículo destacó tres posibles causas de esta transición. En primer lugar, la expansión de la red de carreteras en aproximadamente 200 kilómetros durante los años más difíciles del conflicto armado por parte de las FARC. Esto dio como resultado un aumento en la comercialización de tierras y motivó a los actores involucrados a expandir las actividades de tala. En segundo lugar, las políticas agrarias que incentivaron la propiedad legal de la tierra se condicionaron a la “productividad de la tierra”, y la ganadería se convirtió en la forma más fácil y eficiente de demostrar dicha productividad. En tercer lugar, los ingresos provenientes de la producción de coca permitieron a los agricultores adquirir gradualmente parcelas abandonadas de cultivos de coca y convertirlas en pastizales.

Murillo afirmó que la cantidad de tierras convertidas de cultivos de coca a pastizales para la ganadería durante el período de estudio de 34 años fue inferior a 4,000 hectáreas. Estas cifras “desafían enérgicamente las narrativas populares de que la ganadería es una estrategia común para legitimar los cultivos de coca”. Los resultados del estudio mostraron de manera concluyente que la mayoría de la deforestación, aproximadamente 3 millones de hectáreas en poco más de tres décadas, se debió al cambio directo de tierras forestales a pastizales para la ganadería.

En conclusión, el estudio reveló que la conversión de bosques en pastizales para la ganadería fue la principal causa de deforestación en la Amazonía colombiana durante el período analizado. Esta conversión fue especialmente pronunciada fuera de la frontera agrícola establecida por el gobierno en 2018, lo que indica que muchas de estas actividades ilegales se llevan a cabo en zonas protegidas y regiones remotas.

Además, el estudio destacó que la ganadería se ha convertido en una estrategia común para legalizar las posesiones de tierras informales o ilegales en Colombia. Los pequeños agricultores ven en la ganadería una inversión segura y un medio para obtener rápidamente un retorno económico o como un colchón de seguridad durante períodos de incertidumbre económica.

El cambio de cultivos de coca a pastizales para la ganadería también fue analizado en el estudio. Si bien se pensaba que la ganadería era utilizada ampliamente para legitimar los cultivos de coca, los resultados demostraron que la cantidad de tierras convertidas de cultivos de coca a pastizales fue relativamente baja, desafiando las narrativas populares al respecto. La mayoría de la deforestación en la región se debió directamente a la conversión de tierras forestales en pastizales para la ganadería.

Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para la conservación de la Amazonía colombiana y el manejo sostenible de la tierra. Destacan la necesidad de fortalecer los esfuerzos para combatir la deforestación ilegal y promover prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles. Además, resaltan la importancia de implementar políticas y regulaciones efectivas para frenar la expansión de la frontera agrícola y proteger las áreas protegidas y remotas de la Amazonía.

En resumen, el estudio subraya el papel significativo de la ganadería ilegal en la deforestación de la Amazonía colombiana y pone de relieve la importancia de abordar este problema para proteger este ecosistema vital y promover un desarrollo sostenible en la región.

Puedes ver el artículo original completo haciendo clic aquí

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