Bogotá D.C., marzo 12 de 2024
Redacción: Disruptiva
Fotografías: Redes Sociales
En el mundo del crimen, la astucia y la maestría para llevar a cabo actos delictivos alcanzan su máxima expresión en casos como el de los hermanos Ángel Ricardo y David Leonardo Cely Martínez. Estos individuos (presuntos ladrones) han perfeccionado un modus operandi que les ha permitido especializarse en el robo a empresas de alquiler, dejando un rastro de víctimas y perplejidad a su paso.
Su método es meticuloso y calculado, lo que les ha permitido burlar la ley en más de una ocasión. Se hacen pasar por una empresa legítima, utilizando documentos falsificados y suplantando la identidad de empresas reales para ganar la confianza de sus víctimas. Con una aparente legitimidad respaldada por documentos falsos, engañan a empresas de alquiler de herramientas de construcción y de eventos, perpetrando así sus robos con éxito.
Modus Operandi
1. Alquiler de Bodegas: Su primer paso es asegurar un lugar donde llevar a cabo sus fechorías. Para ello, alquilan bodegas por breves periodos de tiempo, utilizando estos espacios como bases de operaciones temporales y camuflajes para sus actividades ilícitas.
2. Suplantación de Identidad Empresarial: Bajo el disfraz de una empresa legítima, se hacen pasar por una entidad registrada en la cámara de comercio. Sin embargo, esta asociación es una fachada; no tienen ninguna relación con la verdadera empresa. Para esto cuentan con la ayuda de otros cómplices quienes les ayudan a alterar documentos digitalmente y quienes les ayudarán más adelante a robar los elementos alquilados.
3. Falsificación de Documentación: Cuando las empresas de alquiler solicitan documentos para verificar su legitimidad, los hermanos Cely Martínez despliegan una red de engaño. Envían RUT y registros en cámara de comercio de empresas reales, acompañadas de fotos o fotocopias de cédulas alteradas, suplantando a empresas reales para obtener la confianza de sus víctimas.
En esta foto se puede observar la cédula de uno de sus presuntos cómplices, el cual envía una foto de una cédula bastante deteriorada en la que se identifica como Jefferson Gil Castillo, pero al consultar su cédula en antecedentes policiales aparece como Jefferson Castillo Castillo.
4. Estrategias de Disimulo: En un esfuerzo por evitar levantar sospechas, incluso llegan a consignar abonos a las empresas de banquetes para generar una apariencia de legitimidad en sus transacciones. Evidentemente estos valores consignados son irrisorios en comparación con el valor real de los objetos que van a hurtar. En otras ocasiones tratan de convencer a la empresa víctima de que les lleven los artículos al lugar acordado y que tan pronto estén en el lugar les entregarán el dinero en efectivo del abono por el alquiler.
En esta fotografía se puede ver un comprobante de consignación como abono al valor de alquiler realizado a una empresa víctima de los hermanos Cely en este año 2024.
5. Recepción de Cargamento: Una vez que han ganado la confianza de la empresa de alquiler, esperan pacientemente la llegada del cargamento en la hora y fecha acordada. Pretenden ser receptores legítimos de los artículos alquilados. En grupos de 4 a 6 personas reciben los artículos alquilados a la empresa victima.
6. Transferencia a Otro Camión: Una vez que tienen en su poder los artículos alquilados, trasladan rápidamente la mercancía a otro camión, utilizando una variedad de tácticas de distracción. A veces, este camión cómplice llega minutos después de que la empresa víctima ha entregado los productos; otras veces, se oculta dentro de la misma bodega. En casos aún más audaces, aprovechan bodegas con doble salida para cargar el camión mientras la empresa víctima está descargando por una puerta diferente.
7. Desaparición sin Rastro: Al día siguiente, cuando la empresa de alquiler acude a recoger sus elementos, se encuentran con una bodega vacía. Los hermanos Cely Martínez y su equipo han desaparecido sin dejar rastro, dejando a sus víctimas con pérdidas significativas y una sensación de incredulidad.
8. Evasión de la Justicia: A pesar de haber sido capturados en flagrancia en múltiples ocasiones, los hermanos Cely Martínez parecen deslizarse entre las grietas del sistema judicial. Liberados tras sus detenciones, vuelven a sus actividades delictivas con renovada impunidad, dejando a su paso un aumento en el número de víctimas, especialmente entre las empresas de alquiler más pequeñas y menos experimentadas.
Las víctimas
Las víctimas favoritas de los hermanos Cely Martínez son, sin duda, las empresas de alquiler de herramientas y de servicios para eventos, especialmente aquellas de menor envergadura y experiencia. Estas empresas, a menudo recién establecidas en el mercado, son blancos ideales debido a su falta de experiencia en la detección de fraudes y su carencia de sistemas de seguridad robustos. La astucia de los delincuentes para manipular documentos y establecer una apariencia de legitimidad les permite engañar fácilmente a estas empresas, dejándolas en una situación vulnerable y desamparadas ante las artimañas de los Cely Martínez. Aún así en varias ocasiones intentan nuevamente disfrazar su engaño para poder robar a empresas que ya han sido sus victimas nuevamente.
Mesas, sillas, sonido, luces, carpas, loza, mantelería, cubiertos, videobeams y otros elementos han sido hurtados por estos hermanos y su banda a varias empresas en la ciudad de Bogotá, los cuales posteriormente son feriados a través de redes sociales, principalmente en Facebook y páginas de clasificados.
Ante la inacción de la justicia ante las denuncias, algunas de la victimas han denunciado a los hermanos Cely Martínez a través de redes sociales con el fin de dar a conocer la situación y así evitar que más personas y empresas sean víctimas de estos presuntos ladrones.
Impunidad
La impunidad que rodea las acciones de los hermanos Cely Martínez es una sombría realidad que enfrentan las autoridades y las víctimas afectadas por sus delitos. A pesar de haber sido capturados en múltiples ocasiones, su capacidad para eludir las consecuencias legales es evidente, dejando en entredicho la eficacia del sistema judicial. La liberación posterior a su detención permite que vuelvan a las andadas, continuando su ola de crímenes sin temor a repercusiones significativas, de hecho en un vídeo donde son capturados en flagrancia se burlan de sus víctimas, conociendo ya los procesos judiciales los cuales terminan en la obtención nuevamente de su libertad.
Esta impunidad no solo perpetúa el sufrimiento de las víctimas, sino que también socava la confianza en las instituciones encargadas de mantener el orden y la seguridad pública. La aparente falta de antecedentes judiciales en los registros policiales añade una capa adicional de incertidumbre, alimentando la sensación de impotencia y desesperación entre aquellos que han sido engañados y defraudados por estos criminales hábiles y despiadados. De hecho al cierre de esta edición se conoció que han estado intentando nuevamente hacer estafas a través de los números de teléfono 3123652044 y 3170159377.