La Guajira. Junio 26 de 2023
Redacción: Andrew N Cerón
Fotografía: Presidencia de la República
La Guajira, un departamento ubicado al norte de Colombia, enfrenta una crisis profunda que ha capturado la atención del presidente Gustavo Petro y su gabinete. En respuesta a los desafíos que aquejan a esta región, el gobierno ha considerado la posibilidad de declarar la emergencia económica y social.
La corrupción ha sido uno de los problemas persistentes en La Guajira durante décadas. En los últimos 12 años, tres gobernadores han sido destituidos debido a casos de corrupción, lo que ha llevado a que el departamento sea gobernado por 18 mandatarios en ese periodo. Esta situación ha generado un clima de inestabilidad y falta de continuidad en la administración pública.
Sin embargo, la corrupción no es el único desafío al que se enfrenta La Guajira. El cumplimiento de la sentencia T-302 de 2017 de la Corte Suprema de Justicia se ha convertido en una prioridad para el gobierno. Esta sentencia busca frenar la muerte de los menores wayús por desnutrición y garantizar el acceso al agua, la salud y la seguridad alimentaria. La desnutrición sigue cobrando vidas en el desierto de La Guajira, como lo demuestra el trágico fallecimiento de un niño indígena de 4 años el pasado miércoles en Manaure, quien no recibió atención médica oportuna.
Según la Secretaría de Salud de La Guajira, hasta el 19 de junio de este año, 36 menores han muerto por desnutrición, y se han detectado 1.007 casos de desnutrición aguda moderada y severa en menores de 5 años. Estas cifras alarmantes evidencian la urgencia de abordar el problema de la desnutrición en el departamento.
La violencia también ha dejado su huella en La Guajira. Bandas criminales como ‘la Oficina Caribe’, ‘Yeico Masacre’, ‘los Pachencas’, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) y guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han sembrado el terror en la región. En los últimos 18 meses, se han registrado siete masacres que han dejado 22 víctimas. Estos grupos delictivos se aprovechan del narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando y las extorsiones, generando un ambiente de inseguridad para los habitantes de La Guajira.
El desempleo es otro problema que afecta a la región, con una tasa del 17,4% en su capital. En este contexto, el presidente Gustavo Petro deberá buscar soluciones y puntos de encuentro entre la comunidad indígena wayú y las compañías de energía interesadas en desarrollar proyectos eólicos en el departamento. La transición energética es una de las apuestas del gobierno para impulsar la reactivación económica en la región, considerada como una potencia en vientos. Sin embargo, los clanes indígenas reclaman por la ocupación de su territorio y la falta de consulta previa en estos proyectos.
La visita del presidente y su gabinete a La Guajira representa una oportunidad para abrir un espacio de diálogo con la comunidad y poner en marcha acciones concretas. El gobierno debe abordar de manera integral los problemas de corrupción, desnutrición, violencia y desempleo que afectan a este departamento. La esperanza de la comunidad guajira está puesta en que esta visita genere resultados tangibles y mejoras significativas en su calidad de vida.