Bogotá. Octubre 10 de 2023.
Redacción: Diego Castillo
Fotografía: Siora Photography en Unsplash
El mundo jurídico en Colombia se encuentra en vilo tras el reciente anuncio del Consejo Superior de la Judicatura (@judicaturacsj), en el que se modificó el calendario del curso de la Convocatoria 27 para jueces y magistrados. Este ajuste extiende el proceso hasta el año 2025, generando inquietudes y críticas entre los aspirantes y expertos en derecho. En este artículo, examinaremos las implicaciones de esta extensión y las reacciones que ha suscitado en las redes sociales.
¿Qué es la convocatoria 27?
La Convocatoria 27 se refiere a un proceso de selección y formación de jueces y magistrados en Colombia, el cual inició en el año 2018. En este proceso, los aspirantes que desean ocupar cargos en la Rama Judicial del país participan en una serie de pruebas y evaluaciones para demostrar sus habilidades y conocimientos en el campo del derecho. La Convocatoria 27 se ha convertido en un tema de interés debido a su duración prolongada y las modificaciones en su cronograma, lo que ha generado preocupación y debates en el ámbito jurídico y la sociedad colombiana en general. Las modificaciones recientes han extendido la duración de la Convocatoria 27 hasta el año 2025, lo que ha generado interrogantes sobre la transparencia y la meritocracia en el proceso de selección de jueces y magistrados en el país.
La Convocatoria 27: Un Resumen de los Datos
Antes de adentrarnos en el debate actual, es crucial comprender los números clave de la Convocatoria 27:
- Inscritos: Un total de 44,801 personas se inscribieron en la convocatoria.
- Asistentes a las pruebas: De los inscritos, 29,104 (64.96%) participaron en las pruebas.
- Aprobados: Solo 3,870 (8.64%) lograron aprobar las pruebas.
- Admitidos: 3,709 (8.28%) fueron admitidos en el proceso.
- Exonerados y homologados + Matriculados: Se presentan dudas sobre estos datos, con 535 (1.19%) exonerados y homologados y 3,174 (7.08%) matriculados, aunque estos números no están completamente claros.
Estos datos revelan un proceso altamente competitivo y selectivo para aquellos que aspiran a convertirse en jueces y magistrados en Colombia.
La Extensión del Cronograma
El anuncio del Consejo Superior de la Judicatura sobre la extensión del cronograma ha generado un revuelo significativo entre los participantes. Originalmente programado para finalizar en un período razonable, la Convocatoria 27 ahora se prolongará hasta el año 2025, con un total de 8 años de duración desde su inicio. Esta modificación ha levantado preguntas sobre la justificación detrás de esta extensión y su impacto en los aspirantes.
Reacciones en las Redes Sociales
Las redes sociales se han convertido en un espacio donde los abogados y aspirantes a jueces han expresado sus preocupaciones y frustraciones ante esta situación. Entre las voces críticas, Yeison Viloria Aguas (@JsnViloria), Secretario Nacional de Educación en @Asonaloficial, afirmó que “@judicaturacsj con todo el desarrollo de la Convocatoria 27 ha demostrado su desprecio por el mérito; una burla además al art. 163 de la ley 270/96. Una Convocatoria que lleva ya 5 años y a la fecha en que adquiera firmeza el registro de elegibles contará con 8 años, nada parecido visto en el resto de la Función Pública.”
Liliana González (@Liligonsan_), abogada y madre, compartió su experiencia personal al afirmar: “Presenté el examen a un mes de dar a luz a mi segundo hijo, enero cumple 5 años y el cronograma de nuevo ha sido modificado en la Convocatoria 27. Vamos para 8 años a hoy si queremos posesionarnos. Y eso que pueden haber más modificaciones. Cuál es la razón el último alargue?”
Judith Natalie Garcia (@JudithNatGarcia), especialista en derecho penal, expresó su descontento: “Es una falta de respeto que se fije alargando el cronograma para la Convocatoria 27 para jueces y magistrados. Por qué se sigue alargando sin justificación alguna, vamos 6 años en este proceso donde muchos, como yo, tienen su sueño profesional invertido.”
Alejandro Sánchez (@alfesac), penalista y conjuez de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, fue más enfático al decir: “Inaceptable. Hice ese curso. Las cosas como son: toda esa parafernalia maquilla una estructura burocrática innecesaria que carente de sentido, se oculta en estas acrobacias metodológicas y grandilocuentes para seguir desangrando el presupuesto público”.
Sánchez también planteó la necesidad de una revisión profunda del proceso: “No puede ser un curso por méritos para ser juez, jueza, magistrado o magistrada de la Rama Judicial que arranque ahora y termine en julio de 2025. Los jueces por méritos, independientes, autónomos, son un pilar fundamental de nuestra democracia. Tristeza e impotencia”.
Helena Hernández (@Helena77Hdez), abogada penalista y docente en varias universidades, también expresó su descontento al decir: “En lugar de fortalecer la carrera judicial: cada vez es un sacrificio mayor (sin resultados que lo justifiquen). Todas las decisiones tomadas en relación con este concurso de jueces/zas han sido nefastas. Una burla y un desprecio a quienes estamos en la Rama Judicial.”
Ella añadió que esta situación afecta especialmente a aquellos que han apostado por el mérito en un país que a menudo subestima el proceso arduo y objetivo para avanzar en sus carreras. La falta de respuestas a las constantes quejas y solicitudes de los afectados ha profundizado el malestar en la comunidad legal y ha generado incertidumbre sobre el futuro de la Convocatoria 27 y la meritocracia en la selección de jueces y magistrados en Colombia.
La Necesidad de Respuestas a las Inquietudes
A pesar de las críticas y preocupaciones expresadas por destacados profesionales y aspirantes, la Convocatoria 27 ha continuado su curso sin ofrecer respuestas claras a las inquietudes planteadas. La falta de transparencia en las decisiones y la aparente prolongación indefinida del proceso han generado un ambiente de incertidumbre y desconfianza en el sistema de selección.
Los aspirantes y expertos en derecho merecen una explicación satisfactoria por parte de las autoridades competentes sobre las razones detrás de la extensión del cronograma y las medidas que se tomarán para garantizar la integridad y la equidad en el proceso de selección. La meritocracia y la confianza en la selección de jueces y magistrados son fundamentales para el funcionamiento adecuado del sistema judicial colombiano, y es esencial que estas preocupaciones sean abordadas de manera efectiva para restaurar la fe en el proceso.
El Debate sobre la Meritocracia en la Selección de Jueces y Magistrados en Colombia
La reciente extensión del cronograma de la Convocatoria 27 para jueces y magistrados en Colombia ha puesto de relieve un tema fundamental en el sistema judicial del país: la meritocracia. Para comprender mejor esta discusión, es esencial abordar cómo se seleccionan y nombran los jueces en Colombia y cómo el concurso de méritos juega un papel crucial en este proceso.
Las Formas de Proveer Cargos en la Rama Judicial
Según el artículo 132 de la Ley 270 de 1996, que regula la Administración de Justicia en Colombia, existen tres formas de proveer cargos en la Rama Judicial:
- En Propiedad: Para los empleos en vacancia definitiva, una vez superadas todas las etapas del proceso de selección, si el cargo es de Carrera, o en el caso de traslados según lo establecido en la ley.
- En Provisionalidad: El nombramiento en provisionalidad se realiza en casos de vacancia definitiva, hasta que se pueda realizar la designación por el sistema legalmente previsto. Este periodo no puede exceder de seis meses. También se utiliza en casos de vacancia temporal, cuando no se realiza un nombramiento en encargo o este dura más de un mes.
- En Encargo: El nominador puede designar en encargo a un funcionario o empleado que ya se desempeñe en propiedad en la misma Rama Judicial. Este nombramiento puede ser de hasta un mes, prorrogable por un período igual.
El Desafío de la Provisionalidad y el Encargo
El nombramiento en provisionalidad no tiene un procedimiento establecido, lo que permite que cualquier persona pueda ser nombrada sin haber participado en un concurso de méritos. Esta falta de reglas claras favorece el favoritismo y la burocracia, erosionando los principios de igualdad y meritocracia que son fundamentales para un sistema de justicia transparente y equitativo. Cuando los cargos judiciales se llenan mediante la provisionalidad sin criterios sólidos de mérito y competencia, se corre el riesgo de que los nombramientos estén basados en conexiones políticas o relaciones personales en lugar de las habilidades y el conocimiento legal.
Por otro lado, el nombramiento en encargo, aunque requiere que el designado ya tenga un cargo en propiedad dentro de la Rama Judicial, aún deja espacio para la discreción de los nominadores. Esta práctica no siempre se basa en méritos o en el cumplimiento de etapas de selección objetivas, lo que plantea interrogantes sobre la transparencia y la meritocracia.
El Papel del Concurso de Méritos
El artículo 164 de la Ley 270 establece que el concurso de méritos es el proceso mediante el cual se evalúan conocimientos, destrezas, aptitud, experiencia, idoneidad moral y condiciones de personalidad de los aspirantes a cargos en la carrera judicial. Este proceso determina la inclusión de los candidatos en el Registro de Elegibles y su ubicación en el mismo.
En teoría, el concurso de méritos es la herramienta idónea para seleccionar a jueces y magistrados en Colombia. Sin embargo, el proceso ha sido objeto de críticas en el pasado. En la Convocatoria 27 de 2018, más de 45,000 abogados se postularon para participar, pero se produjeron problemas significativos en la calificación de las pruebas. Este incidente socavó la confianza en el proceso y prolongó la provisionalidad y el encargo de los cargos.
A pesar de las críticas, en 2021 se aprobó una reforma a la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia con la intención de mejorar las condiciones de trabajo de los servidores judiciales y fortalecer el sistema de la carrera judicial mediante el acceso mediante concurso de méritos. Sin embargo, la Convocatoria 27 aún arrastra problemas y genera incertidumbre.
Reflexiones Finales
La disertación sobre la meritocracia en la Rama Judicial colombiana es crucial en este momento, dado el impacto de la extensión del cronograma en la Convocatoria 27. La selección y nombramiento de jueces y magistrados deben basarse en méritos y competencias, no en favoritismos o conexiones.
Es esencial que el sistema judicial colombiano continúe trabajando en la mejora del concurso de méritos y en la eliminación de prácticas que socaven la meritocracia. La confianza en el proceso de selección es fundamental para garantizar la calidad y la imparcialidad en la administración de justicia en el país. La extensión del cronograma, aunque puede tener razones justificables, debe llevarse a cabo de manera transparente y con el objetivo de fortalecer el sistema judicial, sin comprometer la integridad y la equidad en la selección de jueces y magistrados.
Los concursantes se ven forzados a aplazar sus estudios de posgrados por mas de dos años para poder asistir al curso de formación, sus compromisos familiares tambien se ven afectados, es poner en pausa los planes. Señores esto parece mas un concurso de resistencia que de conocimiento.
Nicely put, Regards!